miércoles, 31 de marzo de 2010

Que vivas la Semana Santa


Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.
El profeta Isaías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario